martes, 20 de marzo de 2012

Sé que no soy lo que buscas. No soy rubia y no me gusta el Martini con hielo. No soy alta, en realidad, ni siquiera llego al metro sesenta. Soy incapaz de estarme quieta, hablo demasiado y me enfado muy deprisa, aunque se me pasa muy rápido. Lloro demasiado, pero soy tan divertida en ocasiones que te dolerá cada centímetro del cuerpo de tanto reírte. Escribo frases en los márgenes de los periódicos y nunca me acuerdo de llamar al día siguiente. Lo que puedo prometerte es que no te aburrirás conmigo, te volveré loco y querrás salir corriendo de lo pesada que me pongo a veces. No soy ella y tampoco lo seré. Soy impredecible, vivirás sin saber lo que te espera conmigo. También te darás cuenta, con el tiempo, de que soy algo caprichosa y un poco coqueta también, para qué negarlo. Soy algo vergonzosa. Canto en la ducha y escribiré tu nombre en la arena todos los veranos. No te prometo que nos vaya bien, pero pondré toda mi alma en que lo nuestro funcione.

La vida pasa.

Me he quedado sin argumentos.
Podría hablar sobre el día que hace hoy, sobre el viaje que hice ayer, podría describir a una gran persona o poner cosas sin ningun sentido escritas con mala caligrafía, tambien podría poner números, pero todo esto es más de lo mismo, más de lo que la escribo habitualmente.
Hoy no quiero hacer nada de eso, pero no tengo ni la más misera idea sobre qué escribir, frente a mi, una televisión negra, con la pantalla en negro también, está apagada pero aún asi se ve algo reflejado, hay una pelicula y se ve una cara, la cara de la protagonista, flequillo recto, ojos marrones, pelo liso y cara redonda.
Os preguntareis donde está la película si lo que os he descrito es una imagen, las imagenes en movimiento estan en sus ojos, esos pequeños ojos casi siempre sin pintar y descuidados, si os fijais con atención en ellos se puede observar una historia, las historia de su vida, como nació en un hospital de Santander ahora derruido por el cual pasa cada Sábado que sale, la imagen de su hermanito, sus papás, el primer cole al que fue, el segundo, el tercero... los compañeros que año tras año seguian juntos, las pinturas de dedo, la plastilina, la primera vez que escribio con un boli, su primera clase de ballet, la primera vez que tocó un caballo o se metió en la parte profunda de la piscina... Y ahora está aquí, en 2º de Bachillerato, sin saber qué hacer con su vida y sin tiempo para planearlo, lo que tiene claro es una cosa, que va a ser feliz, pase lo que pase.

jueves, 15 de marzo de 2012

La obra de teatro que es la vida.

Esa sensación de confianza y seguridad, que ya se puede caer el mundo si quiere, que nosotros estamos juntos y podemos luchar contra todo lo que venga, podemos mover montañas si queremos o volar si nos lo plantearamos.
Y pensar que ahora los papeles de la obra de teatro que es la vida se han cambiado, los protagonistas no pueden actuar y tu y yo tenemos que sustituirles, ahora seremos nosotros los que patinaremos de la mano en la pista de hielo o los que veremos abrazados los fuegos artificiales el día de San Juan, incluso podemos cambiar el papel si nos da la gana e improvisar, porque hagamos lo que hagamos estará bien, porque nos queremos.